Para llegar al Mercator que esta en altamar, tuvimos que ir en un remolcador ( una embarcación pequeña y con mucha potencia utilizada para ayudar a la maniobra de otras embarcaciones, principalmente al empujar a dichos barcos en muelles pero tambien en mar abierto). Para embarcar al remolcador tuvimos que ir hasta el jetty (especie de muelle en un páramo en el medio de la nada, solo arena y algunos tractores). Luego de un corto y bastante movidito rayecto de 20 minutos aprox llegamos a la mole, la gran draga. Oxidada y cansada, pero supongo que contenta con nuestra visita. Claro, para subir hay que hacerlo por una escalerita nada firme (a estribor si no me equivoco - de costadito), hay que ser valiente y no mirar para abajo.
Una vez arriba, los vikingos y los filipinos nos recibieron con toda clase de animales a la parrilla. Fue entretenido. Había unos cuantos ahogando sus penas en el karaoke (y en el constante flujo de cerveza, claro)
No estuvimos mucho tiempo porque el próximo remolcador que nos llevaria de nuevo a la tierra firme iba a venir muy tarde. Bajar fue otra proeza.
Linda noche calurosa y de luna llena en alta mar!
Acá estábamos esperando al remolcador
Nótese los zapatos (suecos) que tranquilamente usa Olaf el vikingo...
Karaoke filipino/belga (u holandes). Que dupla.
2 comentarios:
Muy buena Gu tu explicación sobre lo que es un remolcador.
y si, hay que culturizarse un poco, un cacho al menos! Seilgulbaaaaiii....
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