Solo unas palabras desde el hotel en Madrid. La cuidad es única, se la ve floreciente, distinta, maravillosa. Viva como pocas veces, sencillamente hermosa.
Soleada como siempre y no húmeda como la (mas bien empapada) Bilbao.
Ayer pasé por lo que fue mi primera casa, que emoción. Y entendí que Madrid es, de alguna manera, home para mi.
En próximas entradas verán imágenes y leerán más de mis personales impresiones.
Y Olé!