viernes, 30 de noviembre de 2007

Madrid

Solo unas palabras desde el hotel en Madrid. La cuidad es única, se la ve floreciente, distinta, maravillosa. Viva como pocas veces, sencillamente hermosa.
Soleada como siempre y no húmeda como la (mas bien empapada) Bilbao.
Ayer pasé por lo que fue mi primera casa, que emoción. Y entendí que Madrid es, de alguna manera, home para mi.
En próximas entradas verán imágenes y leerán más de mis personales impresiones.
Y Olé!

lunes, 19 de noviembre de 2007

Colección Otoño - Invierno

Primera imágen congelada (con cara y expresión idem)

Con el mercurio por debajo de los 0ºC, es fácil estar a la moda. Los clásicos vuelven, lo retro es parte de nuestros días y sino miren la última adquisición, el compañero fiel que nunca te abandona en esas noches donde la parte libre de las sábanas se congela y hace de la cama un lugar inhóspito. No hablo de hombres, no hablo de peluches... hablo de la nunca bien ponderada: BOLSA DE AGUA CALIENTE!! Con su inconfundible aroma a hule, sus sonidos acuáticos y su textura rugosa, convertirá tus noches de invierno en un auténtico sauna bajo las sábanas!!

miércoles, 14 de noviembre de 2007

Ah!

Y también hice un flan. (con dulce de leche La Serenísima que lo tengo bajo triple llave y candado con combinación)

Lack of Inspiration

Entonces era verdad eso del bloqueo del escritor. Estoy falta de alguna musa (por ejemplo una grande de).
Seriamente, el "papel" en blanco convierte mi cerebro en hielo. Y es un círculo vicioso difícil y tramposo. Listo, ya me excusé.
Podría contarles, mis queridos fans, que empecé un trabajito. Volví a las tablas de la enseñanza. No está mal. Es divertido y novedoso para mi, ya que nunca lo había hecho en el extranjero. También podría contarles que fuimos a San Sebastián, una ciudad maravillosa que, lejos de tantas alfombras rojas y celebrities, es un pueblo pesquero con mucha historia y magia, poseedora de un casco antiguo único y los pintxos más sofisticados y ricos que probé en mi vida.
Además paseamos por sus alrededores y yendo todo por la costa cantábrica llegamos al pueblo de Karlos Arguiñano, Zarautz, visitamos su restaurant y nos llenamos con la melancolía de las playas invernales y los filosos acantilados.

Siguiendo con el chusmerío de los últimos tiempos, hemos incorporado un poco de actividad física a nuestras vidas. A las imágenes me remito.